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La multinacional tecnológica implementó en el Aeropuerto Internacional Bao’an de Shenzhen el primer piloto comercial de estacionamiento autónomo, reduciendo tiempos de espera y optimizando el uso del espacio.
La innovación en movilidad sigue avanzando, y Huawei se posiciona a la vanguardia con el primer sistema comercial de estacionamiento autónomo en aeropuertos. Esta tecnología, que ya está operativa en el Aeropuerto Internacional Bao’an de Shenzhen, busca transformar la experiencia de los usuarios, permitiéndoles dejar sus vehículos en la entrada del estacionamiento para que estos se desplacen y estacionen de manera autónoma, sin necesidad de intervención humana.
Esta innovación es lo más parecido a un sueño hecho realidad para las personas que sufren buscando un lugar vacío para dejar su vehículo, mientras ven cómo avanza el reloj y la hora de embarcar es inminente. El sistema que combina Inteligencia Artificial y conectividad de última generación como es 5G Advance, reduce significativamente el tiempo de búsqueda de estacionamiento, optimizando además el uso del espacio y la seguridad en las terminales aéreas. Gracias a sensores de última generación y comunicación en tiempo real con la infraestructura del aeropuerto, los vehículos pueden maniobrar de forma eficiente, evitando congestión y minimizando la ocurrencia de accidentes.
Silvana Droppelmann, gerenta de Comunicaciones de Huawei Chile, destacó la relevancia de este programa piloto: “La movilidad autónoma es un paso clave en la modernización de la infraestructura aeroportuaria, que ya ha avanzado con otros procesos automatizados como son la recepción y etiquetado de maletas o el registro de pasajeros. El objetivo común es que la tecnología beneficie a las personas”.
El sistema de estacionamiento autónomo de Huawei en el gigante aeropuerto de Shenzhen -que atiende a más de 50 millones de pasajeros por año- incorpora algoritmos avanzados que permiten la detección precisa de espacios disponibles y el flujo eficiente de vehículos. En caso de que el sector más cercano al acceso esté lleno, los autos pueden ser redirigidos automáticamente a una zona alternativa de estacionamiento. Una vez que el pasajero regrese, podrá llamar a su vehículo de vuelta mediante una aplicación móvil, asegurando que esté listo para su salida sin necesidad de realizar largos recorridos por el aeropuerto.
Esta capacidad de adaptación no solo mejora la eficiencia operativa, sino que otorga un servicio que responde de manera inteligente a las necesidades de los pasajeros.
En el mismo aeropuerto se usan ya hace algunos años los módulos autónomos de recepción y etiquetado de equipaje, que facilitan y aceleran este proceso. Son mini correas de transporte dotados de sensores y un computador en su punto de inicio, capaz de cruzar la información del pasajero con los datos de las maletas, tales como tamaño y peso, avisando además en caso de exceder el límite de kilos permitidos, para que se gestione de manera manual. Estos puntos de entrega funcionan en paralelo a los tótems de autogestión para sacar las tarjetas de embarque, evitando las filas.
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