Fundación Un Casco de Vida creó el programa “Fundasis” con una red en todo Chile y en los países limítrofes con el fin de asistir a los usuarios con problemas mecánicos.
Un año de vida cumplió la Fundación Un Casco de Vida que promueve el uso del implemento que protege la cabeza a los usuarios de los vehículos de las dos ruedas como motos, bicicletas y scooter, entre otros. Para este primer y exitoso aniversario, el organismo creó un importante programa llamado “Fundasis” que consiste en asistencia en la ciudad y en rutas de todo Chile, y en los países limítrofes para motos que queden en panne por cualquier desperfecto.
La atractiva iniciativa de la Fundación fue presentada por su presidente, Rigoberto Sánchez Peña, quien logró el acuerdo con la empresa Rutas y Asistencia Club (RAC), presente a lo largo y ancho de Chile y con acuerdos en Argentina, Bolivia y Perú.
La iniciativa tiene como objetivo la entrega de tranquilidad al motociclista que se desplaza en su vehículo y que puede verse impedido de proseguir su camino o viaje por diferentes motivos mecánicos o accidentes. Mas en la actualidad, luego de que las cifras de ventas de las motos han aumentado en un 7,8% entre enero y septiembre de 2020, en relación con el mismo periodo del año pasado.
En los primeros nueve meses del presente las ventas registraron un total de 23.626 unidades, correspondieron a motos urbanas, recreacionales y fuera de carretera. Según la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM), este positivo aumento tiene que ver con la reinvención de los chilenos ante el creciente desempleo que ha derivado en búsqueda de nuevas oportunidades laborales en aplicaciones delivery. También las motos permiten mayor distancia social en los traslados dentro de las ciudades, evita que la gente use el transporte público, permite un rápido desplazamiento en las ciudades, es flexible y fácil de estacionar.
EN PANNE
Ante esta realidad, el parque de motos ya supera las 600 mil máquinas en todo el país, lo que representaría casi el 10% del parque automotriz. Este número de vehículos de las dos ruedas llevó a la Fundación Un Casco de Vida a crear “Fundasis” para llevarle soluciones a los usuarios en caso de quedar en panne. Cuando sucede esto, el motociclista queda literalmente botado en algún lugar de su desplazamiento, ya que en caso de un desperfecto o pinchadura -que es lo más común- la moto no se puede dejar en cualquier lugar. Además, difícilmente el piloto anda con repuestos o con una llanta de emergencia.
“La Fundación Un Casco de Vida bautizó el programa de asistencia como “FUNDASIS”, enfocándose en soluciones concretas, efectivas, de calidad y a un bajo costo, con el propósito de entregar tranquilidad al motociclista ante eventualidades que se presentan en la ruta y en medio de la ciudad. Como motociclista he experimentado más de alguna vez esta situación, por ello la creación de este programa”, indicó el titular de la Fundación Un Casco de Vida, Rigoberto Sánchez.
Algunos de los beneficios de “Fundasis” son: asistencia a clientes vía teléfono por avería o accidente, remolque o transporte, reparación in situ, localización y envío de repuestos; accidente del vehículo, asistencia legal por accidente, infracciones y tramitaciones del vehículo; representación por infracciones en el Juzgado de Policía Local (CL); asistencia médica por accidente del vehículo y reembolso de gastos médicos.
Para incorporarse al Programa “Fundasis”, los motociclistas pueden hacerse socio de la Fundación ingresando a la página web (www.uncascodevida.cl) y también a través de la APP. En los primeros tres meses (noviembre, diciembre y enero) el plan anual para una motocicleta particular es de 18 mil pesos ($1.500 por mes), en tanto que el costo anual para una moto comercial es de 27.600 pesos ($2.300 por mes)
La empresa que entrega el servicio a “Fundasis” es Rutas y Asistencia Club (RAC), que tiene su base desde hace 11 años en Santiago y en las principales ciudades del país con dedicación 24/7. Cuenta además con alianzas en todas las regiones de Chile, en Argentina, Bolivia y Perú. Posee infraestructura propia con soporte tecnológico y de servicios de primera nivel como remolques, grúas y camionetas de rescate.