La startup chilena Enérgica City está impulsando la electromovilidad en las empresas de todas las industrias. Esto incluye la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos y flotas de vehículos eléctricos. Por ejemplo, está electrificando los proyectos inmobiliarios residenciales y de oficinas a través de EVE (que viene de las siglas Electric Vehicle Energizer), un dispositivo que se conecta al tablero de servicios comunes y puede optimizar la capacidad eléctrica para realizar la carga masiva de vehículos eléctricos a un costo mucho menor que los productos alternativos.
La startup también asesora a empresas y organismos públicos para que estos puedan realizar el recambio de flotas a vehículos eléctricos o analizar la implementación de infraestructura de recarga, en base a esto último miden la potencia energética disponible en los edificios para ver la factibilidad y posibles optimizaciones que permitan cargar vehículos eléctricos utilizando la infraestructura existente, entre otros.
EVE también permite que el usuario conecte su cargador y gestione la carga de su vehículo eléctrico. ¿Qué significa esto? Según explica Felipe Donoso, CEO de Enérgica City “por ejemplo, cuando hay energía disponible el cargador carga sin que el usuario tenga que activar nada o programa la carga según los kilómetros que recorre. También si hay múltiples puntos de carga y múltiples autos eléctricos conectados para cargar en un edificio el EVE se encarga de distribuir la energía, de la mejor manera entre todos esos vehículos”.
El dispositivo de Enérgica City también permite a los edificios cobrar a cada residente por la carga de los vehículos eléctricos, ya que, por medio de la aplicación móvil, que utilizan los usuarios para cargar, se identifica quién carga qué vehículo lo que le permite asignar ese valor a los gastos comunes del edificio, por ejemplo.
Los beneficios de la electromovilidad
Según explica Felipe Donoso, hay una serie de beneficios que entrega la electromovilidad a las empresas. “En primer lugar, las compañías entregan una imagen corporativa más responsable y amigable con el medio ambiente, pero también más tecnológica y a la vanguardia. Así también, hay un importante ahorro en costo de mantenimiento, ya que los vehículos eléctricos tienen una tasa de falla mucho menor que sus contrapartes a combustión además de poseer menos piezas móviles”.
El experto agregó que “otro gran beneficio es el ahorro en la operación, especialmente con el aumento del precio de los combustibles la diferencia es abismante, el auto, la van o el bus eléctrico gastan mucho menos por kilómetro recorrido. Finalmente, la seguridad: los vehículos eléctricos deben cumplir con todas las normas de seguridad de su contraparte a combustión, pero tienen otros “plus” como menor ruido que permite escuchar mejor el entorno, generalmente son automáticos y más simples de conducir y, por último, al no tener tubo de escape pueden sobrellevar aún mejor algunas situaciones como conducir por un paso inundado por la lluvia o en altura”.
Donoso destacó que “a pesar de estos estos beneficios, la electromovilidad avanza a un paso lento en Chile. Creo que la principal causa de este fenómeno es que las empresas no conocen todos estos beneficios con certeza, sino hasta la adquisición de su primer vehículo, muchas veces en modalidad de piloto”.
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