¿Sin efectivo ni tiempo para esperar a que llegue el taxi? Ya no más. Desde hoy será posible tomar un “techo amarillo” en la calle y conectar el viaje a través de DiDi de manera rápida y segura.
Con el objetivo de mejorar la manera en que se mueven las personas por Santiago, este miércoles DiDi anunció el lanzamiento de DiDiGo, una herramienta que permitirá conectar viajes entre usuarios y DiDi taxistas desde la calle.
Se trata de una nueva tecnología que mediante código QR busca aumentar la seguridad y conectividad de los usuarios, junto con generar mayores ingresos para los socios taxistas, ya que les posibilitará aumentar sus viajes diarios.
“En DiDi siempre estamos buscando alternativas para mejorar la experiencia de viaje de los usuarios que utilizan nuestra app. Es por eso que lanzamos DiDiGo, un servicio tecnológico pionero en la industria que permitirá conectar a pasajeros y taxistas de manera aún más rápida y segura. Creemos que esta nueva forma de tomar viajes en taxi cambiará la manera de moverse en Santiago”, destaca Francisca González, Gerente de Comunicaciones de DiDi Chile:
En detalle, si una persona necesita trasladarse y está en la calle, puede tomar cualquier taxi registrado en la plataforma y conectar su viaje en la app DiDi Pasajero al momento de subir al vehículo, a través del código QR que cada DiDi taxista tendrá disponible al interior del auto o en su App DiDi Conductor. Automáticamente se iniciará el viaje, el que podrá ser pagado con tarjeta de crédito o efectivo y será calculado según el taxímetro digital de la aplicación.
Cabe destacar que esta función permitirá que los usuarios accedan a todas las medidas de seguridad asociadas a la app, como poder compartir la información del viaje en tiempo real con contactos de confianza, un botón de emergencia y asistencia telefónica 24/7, entre otras.
El servicio DiDi taxi comenzó a operar en la Región Metropolitana a fines de febrero con 5.300 conductores, y hoy ya cuenta con más de 10 mil taxistas inscritos en la plataforma, cifra que representa la mitad de la flota autorizada de “techos amarillos” que circulan en la capital.