Experto en medioambiente y sostenibilidad, Cristian Bustos, nos cuenta cómo podemos colaborar a disminuir la contaminación y el calentamiento global que generamos al utilizar los vehículos y los beneficios que trae regular su uso.
El 22 de septiembre se celebra el Día Mundial Sin Automóvil, una fecha que pretende concientizar sobre los problemas que genera su uso excesivo en las ciudades, entre los que se cuentan la contaminación del aire y acústica.
Las ciudades son cada vez más ruidosas, más contaminadas y peligrosas, lo que se debe en gran medida al uso indiscriminado del automóvil. Por lo mismo, uno de los propósitos de esta efeméride, es recordar los distintos medios de desplazamiento alternativos como caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público, y que no significa enemistar al humano con su vehículo, sino regular su uso.
Así lo explica Cristian Bustos, CEO de Beeok, empresa dedicada a acelerar la transición de las empresas hacia la sostenibilidad mediante soluciones tecnológicas de Software as a Service (SaaS) y experto en Medioambiente.
“Los automoviles cuyos motores usan derivados del petróleo, son responsables de una gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono y otros gases que contaminan el aire que se respira. Entre ellos: monóxido de carbono, hidrocarburos, óxidos de nitrógeno, anhídrido sulfuroso y material particulado”.
Ya en el año 1950, el mundo tenía 70 millones de autos, camiones y autobuses. En 1994 la cifra llegó a 630 millones, creciendo a 16 millones de vehículos por año. Si este crecimiento continúa, en 2025 habrá más de un billón de vehículos motorizados en las carreteras del mundo.
Estos números que son preocupantes, si consideramos que se consumen 370.000 barriles de petróleo cada día, es decir, la mitad de la cantidad que se utiliza a nivel mundial, y son responsables de casi la mitad de nuestra contaminación ambiental y también de un tercio de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
“Al viajar en bicicleta, uno llega con mucha energía a los sitios a donde se dirija, así sean dos o tres kilómetros de distancia. En el cuerpo se encienden hormonas y químicos, resultado del esfuerzo físico y uno llega con la mejor actitud y además no contamina”, precisa el experto.
¿Por qué es importante incentivar el uso de la bicicleta y del transporte público?
En el Día Mundial sin automóvil, Cristian Bustos, nos indica los beneficios de bajarse del auto y optar por otras formas de trasladarse.
Ciudades limpias: Cuantos menos vehículos a combustión es menor la contaminación en el ambiente, lo que repercute en la salud de todos.
Mejor ánimo y menos estrés: La vida activa tiene un efecto beneficioso sobre nuestro cuerpo desde el primer día. Por eso, movernos a pie, en bicicleta, en scooter o patines por la ciudad ayuda a que liberemos más serotonina y, por ende, eliminemos el estrés diario.
Mejor descanso: El ejercicio físico de desplazarse por la ciudad usando nuestra fuerza motriz (en este caso piernas) ayuda a que terminemos el día más cansados físicamente, lo que tiene un impacto directo en la calidad del sueño, ya que el cuerpo se induce a dormir para poder recuperarse.
Más memoria: Los estudios aseguran que el ejercicio aeróbico incrementa el flujo sanguíneo que llega a partes muy concretas del cerebro, lo que ayuda a mantener una buena memoria y una mejor agilidad mental.
Lucha contra el cambio climático: Aunque el vehículo privado representa un porcentaje muy bajo de las emisiones de gases de efecto invernadero que lanzamos a la atmosfera cada año, el disminuir en miles de toneladas el CO2 que expulsan los automóviles a diario ayudaría a mitigar el cambio climático.
Por eso, el consejo real del experto en medioambiente es que, en la medida de nuestras posibilidades, intentemos elegir el transporte público o libre de GEI cada vez que podamos.
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