Si bien los niveles de oferta y demanda y la cadena logística han tendido a una normalización, y a fines de 2022 se percibió una leve caída, los costos de fabricación siguen afectados por el escenario macroeconómico global.
En el país, tres de los cuatro segmentos de automóviles se encuentran en stocks normales; la excepción son los pick up, ligados principalmente a la minería, y cuya renovación se postergó en los últimos años, según explica Andrés Balbontín.
Los precios de los vehículos nuevos tardarán en ajustarse a la baja, pese a la normalización de los niveles de oferta y demanda en el mercado local y la regularización de la cadena logística mundial, según previó el gerente comercial de Salfa, Andrés Balbontín.
El ejecutivo de una de las mayores concesionarias de automóviles y maquinarias a nivel local explicó que los costos de fabricación siguen siendo altos, como consecuencia de la inflación a escala global, lo que equilibra otros factores como la caída del dólar en relación al peso chileno.
“Tenemos indicadores de que en el último trimestre de 2022 ya se registró una leve baja en los precios, y uno esperaría que un dólar más bajo, quizás por debajo de los $800, ayude a una caída en los precios. Sin embargo, los costos mundiales de producción siguen siendo altos, por lo cual los ajustes podrían demorar más de lo esperado por los consumidores”.
En el primer mes del año, el mercado nacional registró una venta de 27 mil unidades, lo cual supuso una disminución cercana al 10% de los 30 mil del promedio histórico y un drástico descenso respecto a las más de 40 mil unidades alcanzadas en 2021 y 2022, los años de mejor desempeño de la industria en el país.
“Fueron los mejores años de la historia para la industria, con 416 mil unidades en 2021 y 425 mil en 2022. Esto principalmente a la reactivación post confinamientos, y a que los usuarios buscaron evitar el transporte público, teniendo además una alta liquidez por las ayudas estatales y los retiros de fondos previsionales”, señaló el ejecutivo de Salfa.
Asimismo, Andrés Balbontín también agregó: “Salfa, con su amplia red de sucursales a nivel nacional y como concesionario oficial de marcas automotrices como Chevrolet, Jeep, Ram, Nissan, Toyota, Chery, entre otras, alcanzó cifras récord en ventas en los años anteriormente mencionados, lo que también se puede atribuir a la normalización de stock e inventarios”.
Se normalizan los inventarios
Desde la firma nacional explicaron que los niveles de inventario se han ido normalizando desde el año pasado y los primeros meses de 2023. De hecho, de los cuatro segmentos que se comercializan en el país, tres prácticamente no tienen tiempos de espera: pasajeros, suv y comerciales.
Balbontín afirmó que “esto se traduce en que cuando el cliente va a un punto de venta ya puede ver el catálogo casi completo de distintas marcas y modelos”.
“Entre 2021 y 2022, las listas de espera llegaron a superar los doce meses para recibir un vehículo. Hoy, la venta es casi inmediata, y los posibles retrasos se dan porque en algunos casos es difícil responder a la demanda de marca, modelo, versión y color de forma inmediata. Pero, en general, hay disponibilidad completa en los puntos de venta”.
La excepción es el ítem de pick up, debido a la postergación en las renovaciones de las flotas de la industria minera en los años recientes. El gerente comercial de Salfa comentó que en la principal actividad económica local, además de otros rubros donde igualmente se utilizan unidades de este segmento, cada dos o tres años se realiza un recambio general.
“Sin embargo, debido a la escasez de vehículos durante la pandemia, las empresas tuvieron que esperar por esta renovación. Como consecuencia hay una demanda retenida bastante alta que se espera vaya siendo abastecida durante este año. La cadena logística, tanto a nivel de fabricación como de importación de las unidades, ya es prácticamente normal”, concluyó el ejecutivo.
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