La cantidad de dinero que se ha invertido en el despliegue de las redes 5G alrededor del mundo es realmente elevado, muchas empresas de telecomunicaciones han apostado por su desarrollo, sin embargo su implementación se ha retrazado aproximadamente dos años a causa de la pandemia.
Esto significa que dichas empresas no han podido recuperar su inversión mediante el uso de particulares de esta red, por lo que han comenzado a buscar otras alternativas para emplearla, por lo que han prestado aún más atención en los vehículos autónomos.
Estos medios de transporte ya han comenzado a circular en algunas calles del planeta, sin embargo aún no han alcanzado una plena autonomía pues necesitan un sistema de comunicación eficiente, que les permita prescindir de la interacción con el humano.
Se requiere del uso conjunto de principalmente tres tipos de tecnologías para alcanzar el verdadero potencial de estos automóviles; el internet de las cosas (IoT), análisis de Big Data y una conexión inalámbrica en tiempo real. Únicamente a través de la interacción fluida de estos tres componentes su fiabilidad superará estadísticamente a la de un conductor humano.
En primer lugar nos encontramos con el internet de las cosas, el cual se hace presente a través de los sensores del vehículo, estos dispositivos son su ojos y gracias a ellos es capaz de recopilar una gran cantidad de información, para posteriormente enviarla a otros componentes del vehículo.
En segundo lugar es necesario analizar toda esta información recabada, este proceso no puede durar más de 2 milisegundos, que es el tiempo en promedio que tarda en hacerlo el cerebro humano, pues de lo contrario las consecuencias serían demasiado graves, aquí es donde interviene la inteligencia artificial, al cual se encarga de aplicar las estrategias de Big Data y compartir información necesaria a la nube, para ser procesada por otros dispositivos.
Por último se necesita un medio para poder enviar la información entre los componentes, este puede ser local y estar basado en cableado físico, pero la funciones del vehículo serian muy limitadas, por lo que se requiere de un medio inalámbrico que le permita interactuar con su entorno, es decir con otros automóviles, con peatones y otros elementos de las vías urbanas.
Esta red inalámbrica podría ser el 5G, pues gracias a sus altas velocidades se pueden enviar grandes cantidades de datos, ya que de acuerdo a algunas empresas como Intel, se calcula que los sistemas autónomos pueden llegar a procesar alrededor 30TB de información en periodos de 8 horas, para tener una referencia consideremos que un vídeo de 1 hora en 8K, la maxima resolución hasta ahora, pesa alrededor de 130GB, por lo que estamos hablando de casi 290 veces más información y si le sumamos que la latencia del 5G es casi imperceptible, tenemos un medio que puede ofrecer la comunicación inmediata que se requiere para evitar accidentes.
Además, al no tener que prestar atención al camino, los conductores se convertirán solo en usuarios, que podrán hacer uso de otros dispositivos durante los trayectos, por lo que la red 5G al permitir conectar una mayor cantidad de dispositivos en un mismo nodo sin perder calidad, permitirá a los usuarios disfrutar de una buena velocidad a internet sin comprometer las reacciones del vehículo y su seguridad.
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